Fletes aéreo en Latinoamérica
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¿Qué está pasando?
Como es bien sabido, actualmente estamos sobrellevando una crisis de contenedores a nivel mundial sin precedentes. Esto conlleva a que muchos de los servicios de la cadena logística encarezcan sus precios y por ende sea más complicado obtener resultados óptimos. Sin embargo, esto representa también una oportunidad para el transporte aéreo de carga, ya que su maniobrabilidad y velocidad de entrega se traduce en un servicio de preferencia, de cara a la situación del transporte marítimo (la que en algunos casos se manifiesta como buques varados frente a los terminales portuarios, sin opción a poder desestibar).
Alternativas de solución
La propuesta del gran danés
En efecto, existe una solución a las demoras en la cadena de suministro global, y se encuentra en el transporte aéreo. La compañía de barcos cargueros más grande del mundo, MAERSK, quien ya se percató de esto, busca en el aire una salida a los cuellos de botella ante la escasez de contenedores que ha mantenido a los puertos marítimos congestionados desde inicios de año.
La situación en Latinoamérica
Cabe mencionar que en Latinoamérica, no se cuenta con las condiciones pertinentes para aprovechar al 100% una medida como la planteada por MAERSK (por factores como la capacidad instalada en los aeropuertos).
Las capacidades de recepción, manipuleo y envío en la región siguen estando muy limitadas y, la oferta de los servicios relacionados al comercio exterior se ha quedado corta. Las aerolíneas buscan ganar espacio en sus aviones para aprovechar las históricas tarifas, pero el desequilibrio en la región es mucho más complejo.
En la región, el problema como tal radica en que la mayoría de la carga aérea se transporta en aviones de pasajeros de doble pasillo, y cuando se impusieron las restricciones por la pandemia, las aerolíneas dejaron sus aviones en tierra afectando el espacio disponible.